¿Sabías que el aire en espacios cerrados está de media 10 veces más contaminado que en el exterior? Cuando tosemos, estornudamos o hablamos, expulsamos miles (10.000 – 20.000) de gotitas que contienen microorganismos. Aunque existe desde siempre, el problema de la seguridad biológica del aire en espacios cerrados ha saltado a la palestra pública con la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2. Resolver este problema es un reto serio y requiere la adopción de medidas complejas y, sobre todo, eficaces, que incluyen el cambio de la conciencia de las personas y la modificación de las normas jurídicas de los países y de la sociedad mundial en su conjunto.

A la hora de desinfectar un espacio, el énfasis se pone sobre todo en la desinfección de suelos, superficies de trabajo y equipos, ignorando por completo la contaminación del aire, que sigue siendo uno de los principales problemas en la medicina, la agricultura, la industria alimentaria, el tráfico y otros ámbitos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, los agentes causantes de hasta el 90% de las enfermedades infecciosas registradas se transmiten por gotitas en el aire. Teniendo en cuenta que cada espacio cerrado es un entorno adecuado para la reproducción de microorganismos, es necesaria la existencia de dispositivos y sistemas para la desinfección del aire en ellos con el fin de detener el crecimiento de microbios.

Hoy en día, se pueden encontrar en el mercado diversas soluciones para la desinfección del aire, que en su mayoría se caracterizan por una eficiencia insuficiente. Además, muchas soluciones son técnicamente obsoletas y, sobre todo, inseguras para las personas y el medio ambiente. La tecnología POTOK ofrece una solución innovadora, energéticamente eficiente y segura para la desinfección del aire. La tecnología de desinfección del aire POTOK resuelve el problema de la destrucción de microorganismos que caracteriza a los métodos tradicionales de purificación del aire y garantiza la necesaria seguridad biológica del aire en los más diversos ámbitos (instituciones sanitarias y sociales, industria alimentaria, transporte público, instituciones públicas, guarderías, escuelas, centros deportivos,…). Esta tecnología es única porque, durante la desinfección del aire, primero se realiza la bioinactivación (destrucción) de microorganismos, seguida de una filtración altamente eficiente de biomasa inactivada y partículas de aerosol, lo que garantiza la eliminación del 99,99% de todos los tipos de microorganismos y virus presentes en el aire, incluidos los coronavirus. Durante la inactivación, los microbios se dañan irreversiblemente, por lo que no pueden regenerarse, lo que excluye la posibilidad de acumulación de organismos vivos en el dispositivo y su propagación por la habitación. La eficiencia y la no selectividad de la tecnología POTOK son posibles gracias a los elementos funcionales del POTOK 150-M-01, que utilizan un fuerte campo eléctrico para destruir los microorganismos y virus presentes.

Los dispositivos POTOK no tienen filtros costosos que deben cambiarse con frecuencia debido a la acumulación de microbios en ellos, sino que destruyen permanentemente los microbios sin efectos secundarios. En pocas palabras, si una persona infectada entra en un espacio en el que hay un dispositivo POTOK, es casi imposible que alguien se contagie sin importar cuánto tiempo pase allí, porque POTOK MATARÁ TODO LO DAÑINO QUE HAYA EN EL AIRE y, por lo tanto, mantendrá un ambiente saludable. Por cada metro cuadrado de espacio, o metro cúbico de aire, hay un dispositivo dedicado que garantiza la máxima eficiencia. La aplicación de la tecnología POTOK es absolutamente segura para la salud humana y el medio ambiente, porque durante su funcionamiento el equipo no requiere el uso de consumibles, productos químicos o un método especial de eliminación al final de su vida útil, que es casi ilimitada. La tecnología patentada POTOK es la única tecnología utilizada con éxito en las Estaciones Espaciales Internacionales (NASA y Roskosmos). La eficacia de la tecnología ha sido probada y recomendada para su uso por numerosos institutos científicos de todo el mundo, incluida la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Kragujevac. Teniendo en cuenta los cambios provocados por la pandemia y que cada vez hay más rumores de que en un futuro próximo o lejano se producirá una nueva epidemia o la aparición de las llamadas superbacterias resistentes a todos los antibióticos conocidos, no debemos permitirnos volver a estar desprevenidos. En esta preparación para un “nuevo mañana”, la tecnología POTOK nos da una gran ventaja y nos garantiza una vida más sana y una supervivencia más duradera.